Reseña
El flujo vital tiene sólo una
orilla, todo está más acá: el
cuerpo, la danza, las palabras,
el pensamiento. Y en ese orden nos
alejamos, también, de la vida. La
palabra busca, danzando, la realidad
del cuerpo para que éste la hunda
en ese río siempre presente, en ese
río siempre memoria. Cuaderno
de noviembre es ese flujo de las
palabras al encuentro del origen
vital, del único origen totalizador;
por eso, en una forma tenaz, en
forma subversiva, los poemas de
este libro parecen escribirse, estarse
escribiendo por debajo de nuestra
piel, en el mapa de nuestra sangre,
de nuestra vida cotidiana, para
quedar como una escritura de la
memoria. Recordamos todo gracias
a la memoria, pero la memoria no
podemos recordarla: la memoria
es el límite entre nuestro cuerpo
y el flujo vital que, sin ella, nos
destrozaría. Cuaderno de noviembre
queda como esa membrana, como
ese límite, queda como nuestra
memoria, no para ser recordado
en tal o cual palabra, en tal o cual
poema, sino como totalidad.