En estas páginas hay un relato con varios personajes cuyos caminos se unen por un acontecimiento un accidente de tránsito en algún cruce cercano a la Glorieta de Insurgentes de Ciudad de México. En medio de la inercia cotidiana, los personajes son atraídos por azar a encontrarse con este acontecimiento, quizás causado por un fenómeno más grave una extraña epidemia de danzantes. No la pandemia que hemos vivido, que también es contexto de nuestros personajes, sino una fiebre de baile desatada por una especie de influencer en una red social. Las diversas narraciones de estos hechos varían de perspectiva desde el viaje barroco de Juan bajo el efecto de sustancias, hasta el testimonio directo de don Simón, dependiente de una papelería; desde un diálogo entre amigxs en torno a pequeños gestos revolucionarios, hasta la búsqueda de un joven que desea carnalmente un coche vintage. En las páginas de este relato todo parece apuntar hacia un apocalipsis que no termina de llegar, mientras parecen dialogar el Juan de Patmos bíblico, Bad Bunny, la legendaria danzante que inauguró la Epidemia de Estrasburgo en 1518 y el bullicio actual de la gran capital. Detrás de un evidente barroquismo ecléctico, marcado por la búsqueda de los distintos usos actuales del lenguaje, en los que caben nuestros andares diarios, nuestros sueños, fantasías y reflexiones, en esta novela hay un ejercicio de deconstrucción narrativa y una atractiva propuesta artística.