Reseña
Qué significa ser obediente a la naturaleza humana y al objetivo de la sociedad, y
desobediente a todo tipo de ideales e ideologías políticas: he aquí el problema central de
este conjunto de ensayos, reunidos por el autor poco antes de su muerte, en 1980, un
manifiesto personal que sintetiza sus ideas fundamentales.
Fromm expone su concepción de los requerimientos básicos para una vida humana plenamente
realizada (necesidades de relación, de enraizamiento, de trascendencia y de identidad), y critica las
estructuras sociales que obstaculizan su cumplimiento.
Describe cómo las naciones técnicamente avanzadas han logrado un nuevo tipo de individuo —el
homo consumens, un hombre consagrado a la posesión y al consumo; pero solitario, aburrido y
ansioso: un hombre-organización peligrosamente obediente— y afirma que tanto el capitalismo
como el comunismo totalitario se mueven hacia una burocracia industrial negadora de la vida, el
primero por ignorar, y el otro por traicionar, los ideales de un socialismo auténticamente humanista
en el cual los individuos prevalezcan sobre las cosas, la vida sobre la propiedad y el trabajo sobre el
capital.
La obediencia a una persona, institución o poder es sometimiento; implica la abdicación
de mi autonomía y la aceptación de una voluntad o juicio ajenos en lugar del mío. La
obediencia a mi propia razón o convicción no es un acto de sumisión sino de afirmación.
Erich Fromm
Uno de los pensadores más influyentes del siglo XX,
considerado así por su capacidad para conjugar profundidad y
simplicidad en un estilo accesible y transparente. Estudió
Sociología en la Universidad de Heidelberg y más tarde se
trasladó a Berlín para estudiar Psicoanálisis. En 1930 fue
invitado por Max Horkheimer para dirigir el departamento de
Psicología del Instituto de Sociología de Frankfurt, y en 1934,
tras la escalada nazi, huyó a Estados Unidos.
En 1943 participó en la fundación de la filial neoyorquina de la
Washington School of Psychiatry. Colaboró en el William
Alanson White Institute of Psychiatry, Psychoanalysis and
Psychology, y durante los años setenta ocupó una cátedra en la
Michigan State University. En 1950 llegó a México, donde fundó
el Instituto Mexicano de Psicoanálisis, y durante un cuarto de
siglo residió en Cuernavaca. Fascinado con su gente, su cultura
y su estructura socioeconómica, hizo una profunda
investigación sobre el sociopsicoanálisis del campesino
mexicano.
También creó un curso de especialización en psicoanálisis en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de
México.