Hay un punto muerto en la literatura; un espacio o relato en el que la vida no puede ser narrada, sino sólo mostrada o sugerida. El ir y venir cotidiano que no alcanza a ser un acontecimiento. Jet Set Tropical es el fidedigno retrato de un grupo de almas muertas, la manifestación de un movimiento que no avanza, sólo envejece. Y Jessica, Fanny, Queta, Doña Alda, qué son Personajes Tenues manchas en el horizonte No, tal vez son sombras humanas que respiran un calor abrumador sombras que repentinamente toman un cuerpo y se expresan; pero quién las escucha Su dolor despierta apenas una sonrisa; su alegría entristece. Nada sucede Qué carajos está pasando aquí Por qué publicamos esto Murmullos carverianos, menos que cero en la escala de la vida dramática. En Jet Set Tropical el lector no va a enterarse de nada que lo derrote o lo motive, sólo será un espectador y cuando culmine su lectura creerá que le han tendido una trampa y le han robado su necesidad de entretenerse y de progresar aquí sólo hay calor y fuga continua. Hacia dónde se dirige la fuga No hacia el futuro ni tampoco hacia el pasado punto muerto. Las sillas son para sentarse y las lámparas para dar luz. Alguien desea tratar otro asunto Este libro no es el lugar para ello. Constanza Rojas ha escrito una novela haciéndose invisible y escuchando los murmullos de su alrededor. Después de su reciente libro Mala leche Librosampleados; 2016 esta escritora underground vuelve otra vez a la arena. Su nihilismo es imperceptible, pero causa daños, desazón y una alegría pesimista.